domingo, 30 de marzo de 2014

Nogales de 1981 a 1984

En los años que van de 1980 a 1984, Nogales creció en población desde cerca de 67 mil a poco más de 82 mil habitantes, o sea un incremento de alrededor del 22%.

En 1980, México alcanzaba el sexto lugar en el mundo en reservas petroleras y el quinto en producción.
Este auge petrolero trajo consigo una verdadera explosión de inversiones extranjeras junto con una enorme corrupción. Estos dos factores provocaron que si la deuda externa en 1977 era de menos de 21 mil millones de dólares, para 1982 se hubiera disparado a 76 mil millones,  a lo que debemos agregar el desplome que tuvo el precio del petróleo en 1981. Es decir, una combinación de factores negativos que por necesidad tuvieron que incidir sobre la economía nacional.

Como consecuencia, el Producto Interno Bruto de México no creció sino decreció, en 1982 en 0.5% y en 1983 en 3.5%; además, al desplomarse el valor del peso, ya que el 17 de febrero de 1982 se retiraba el Banco de México del mercado de cambios, el gobierno se veía  forzado a declararse en moratoria de pagos ya que se había devaluado nuestro peso de 22 a 70 pesos por dólar y no contaba el país con recursos económicos para pagar la deuda externa.

Esta crisis económica nacional llevó, como es de esperarse, a que la economía de todas las regiones de nuestro país sufrieran y la nogalense también en consecuencia.

Un ejemplo nos dará una idea de lo que pasaba en nuestra región fronteriza. Este es la variación en los precios de los boletos para entrar a uno de los cines de esta población, el Cinema Gemelos, ubicado por la calle Obregón, cerca de la Plaza Hidalgo (actualmente ya ha cerrado este negocio y sido sustituido por otro. Aquí se puede ver una imagen del mismo Por favor, espere a que se carguen ambas imágenes). Así, en junio de 1979 subía el boleto de entrada de $20 a $25, y dos años después, en julio de 1981 lo hacía de $25 a $30, aunque esta elevación no duró, ya que en enero siguiente subía a $40, y  para septiembre del mismo año lo hacía a $50. Para febrero de 1983 nuevamente subía el boleto, ahora a $65 y empezando el año siguiente el precio alcanzaba los $100 por boleto. Es decir, se había dado un incremento del 400% durante esos cinco años.

Frente a esta enorme inflación y crisis económica, el gobierno municipal de entonces respondió acertadamente, hoy lo sabemos.  Al Lic. Enrique Moraila Valdés le tocaría sortear este periodo como Presidente Municipal de esta población, entre 1982 y 1985. Recordemos que ya había sido alcalde sustituto de Nogales entre 1974 y 1976 y después pasaría como diputado del Congreso del Estado,  aunque su buen desempeño llevó a que fuera electo para este segundo trienio en Nogales, ya como alcalde constitucional.

Para enero de 1981 el gobierno municipal había donado un terreno de 12,000 metros cuadrados en el Noroeste de la población para que fuera construida allí la Universidad Pedagógica Nacional, y poco después donaba otro más para que se construyera el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), que por entonces impartía sus clases en el Colegio América; además se amplió el Fundo Legal de la población, que había sido establecido en 1884 e incrementado en 1924.

Bueno, en mayo de 1983 el gobierno municipal decretaba que: “como una ayuda al gasto familiar y a los vendedores ambulantes en esta época de dificultades económicas por las que atraviesa nuestro país y el mundo entero [se suspende] el cobro que por derechos de revisado, anuncios, vendedores ambulantes se vienen cobrando por este ayuntamiento.” Y a pesar de esta baja en los ingresos, los gastos del gobierno municipal continuaron para dotar a esta población de la infraestructura necesaria para el crecimiento por el que pasaba por entonces gracias al empleo que aportaba la maquiladora. Este incremento en la eficiencia gubernamental se logró eliminando lo superfluo y empleando la imaginación en la asignación de los escasos recursos con que se contaba.

Así, se construyeron varios jardines de niños en las regiones nuevas de la ciudad, se reconstruyeron otros en donde ya había (como la Therese de Tourniel), y se realizaron mejoras materiales en varias escuelas primarias. Pero también, y entre otras obras que resultaría cansado mencionar, estuvo la visionaria medida de pavimentar previsoramente para el futuro varios circuitos y calles que aún hoy comunican estratégicamente a distintos barrios nogalenses, tales como el de la Héroes – Buenos Aires, que gracias a ahorros logrados costó 30 millones de pesos en vez de los 38 en que había sido presupuestada. Igual se hizo con la calle Astolfo R. Cárdenas, desde su entronque con la Plutarco Elías Calles hasta la Cinco de Mayo. O bien más hacia el Sur la Calle que recordaba al militar sonorense, General Ignacio Alatorre, la misma que hoy ha quedado absorbida por el crecimiento de la zona Sur de esta población, en particular por las colonias de San Carlos y las aledañasa ésta, además de la Calzada Los Nogales, la Kennedy o la Sonora, y el arroyo Los Nogales también fue enderezado en su cauce Sur. Pero no fue eso todo, ya que también se dotó de alumbrado público a varias arterias nogalenses, como a la carretera internacional desde la gasolinera Zaied hasta el parque industrial. Por otro lado, el Club de Leones se encargaría de construir un estadio de softbol infantil en la Unidad Deportiva.

Finalmente, este gobierno también inició varias acciones que hoy vemos como lugar común, así ocurrió con el primer Plan Municipal de Desarrollo Urbano y Rural que conociera esta ciudad, o bien con las primeras sesiones de Cabildos que se realizaron afuera del edificio del Ayuntamiento, como las de la Calle Sonora o en El Cíbuta. En fin, fue un trienio de gobierno municipal que en base a imaginación y la planeación estratégica de la asignación de recursos, logró realizarse a pesar de que por entonces México pasaba por una crisis económica.

domingo, 23 de marzo de 2014

Cómo era Nogales en 1980

Y así llegamos al año de 1980. Ese momento en que éramos poco más de 68 mil los nogalenses, o sea casi el doble de lo que habíamos sido apenas 20 años antes, poco más de diez mil más que lo que éramos diez años antes, y la tercera parte de la población actual de Nogales según el censo del 2010.

Para ese 1980, Nogales ya buscaba diversificar su economía. El pasaje Morelos había sido convertido ese eño en área peatonal, se le agregaron adoquines e instalaron faroles para promover el turismo, aunque las maquiladoras eran la principal actividad económica local e imán poblacional de toda la costa del Pacífico mexicano.

Y Nogales crecía en una manera muy particular. A diferencia de otras ciudades fronterizas mexicanas, que crecen "pegadas a la línea," esta ciudad se iba extendiendo hacia el Sur debido a la orografía donde se encuentra situada. Al crecer, había encontrado una zona en donde no había cerros altos, ésta se hallaba por el camino a Cananea, hacia el Sureste, lo que llevó al surgimiento de colonias como Los Virreyes, y hacia allá se daba el mayor crecimiento de la ciudad.

Para  facilitar el tránsito desde y hacia esa parte de la ciudad, se acababa de pavimentar la Plutarco Elías Calles hasta su confluencia con la salida al camino a Cananea y fue construido un puente de concreto sobre el Arroyo Los Nogales para comunicar las calles ya mencionadas con la Ruiz Cortines, mientras que en el centro de la ciudad, aledaño a la frontera, también se pavimentó toda la extensión de la López Mateos .

Y un poco más hacia el Norte del camino a Cananea, en donde comenzaba la región más baja, habían surgido otras colonias. Así estaba Pueblo Nuevo, con un crecimiento más desordenado.En esa zona de la ciudad se construyó ese año una calle para comunicarla con la 5 de mayo en una especie de periférico de esas colonias, mientras que más al Norte de éste y teniendo como límite a la calle Tepache y a la Orizaba, también acababan de surgir las colonias Del Valle y Leandro Valle, mientras que más hacia el Norte aún, por el oriente del Arroyo Los Nogales, la mancha urbana crecía a manera de piel, pegándose a los cerros y a las edificaciones que ya había a lo largo de la cañada de Los Nogales.

Pero no era ésta la única colonia que veía crecimiento, ya que "la Granja" como aún hoy se le conoce, también había crecido, y para ese año de 1980 se extendía desde su entrada por la Calle Obregón (cerca de donde se encuentra actualmente el edificio abandonado de la Malta de Sonora, hasta donde está hoy la confluencia entre la Avenida Tecnológico y El Greco, ya que más hacia el Suroeste, a lo largo de esa cañada, únicamente se encontraba el Rastro y junto a éste, el viajero únicamente hallaría lo que quedaba de la que fuera garita del perímetro libre en inmediaciones de la actual Calle Antena. Aparte de eso, por ese rumbo una sucesión de pequeños y escasos ranchos iban ocupando la parte baja de la cañada.

El día 17 de mayo se realizaba la ceremonia declaratoria de Ambos Nogales como ciudades hermanas. Se instaló un templete sobre la frontera misma, en la esquina de Juárez e Internacional, y al evento acudieron los gobernadores de Sonora y Arizona, Dr. Samuel Ocaña y Bruce Babbitt, además de los alcaldes de Ambos Nogales, Dr. Alejandro Silva Hurtado y Florentino Fontes.

Ya desde entonces, los gobiernos municipales apenas lograban satisfacer las necesidades de la creciente población fronteriza que llegaba atraída por la promesa de encontrar un empleo firme en las maquiladoras.

Así, más estructuralmente, continuaban manifestándose los eternos problemas de un Nogales que sufría y continúa hoy pasando por los ciclos anuales de la carencia/abundancia de agua. Y lo mismo sucedió ese año de 1980, ya que al aproximarse el verano de ese año, hizo crisis la carencia del líquido, y si recordamos que la administración del suministro de agua había recaído también ese año sobre los hombros del gobierno municipal al desaparecer la Junta Federal de Mejoras Materiales,  eso llevó al alcalde a acudir con el Gobernador del Estado en búsqueda de asistencia. Este ordenó la implementación de un plan de emergencia y aportó 3 millones de pesos para llevarlo a cabo.

Con ese dinero se logró incrementar la producción de agua a 320 litros por segundo, lo que alivió en algo la carencia de una ciudad que requería de 600 litros por segundo. Además, se prohibió abastecer de agua a negocios, y la ciudad hermana, Nogales, Arizona, instaló una conexión que aportaba 10 litros por segundo, la que funcionó durante dos meses, y no se cortó este suministro sino hasta que hizo falta el líquido también en la ciudad vecina. Y así continuó la carencia de agua, por lo que se realizaron más medidas, como el Plan Acuario, manejado por el Ejército Nacional, que entregó cerca de 32 millones de litros a las colonias marginales de la ciudad.

Y pasaron los días de estío y poco después llegaban las lluvias, y con ellas la situación se invirtió. A fines de agosto y principios de septiembre de 1980, una inundación ocasionada por un ciclón, en lo que se ha venido a llamar el cordonazo de San Francisco, ocasionó grandes daños en toda la región desde Imuris hasta Tucsón, al grado de que el puente sobre el río Santa Cruz, en Tucsón, fue derribado, y Nogales sufrió de nuevo las casi anuales inundaciones que arrasaban con todo lo que hallaban en los arroyos que el crecimiento de la población había convertido en calles.

domingo, 16 de marzo de 2014

Nogales de 1976 a 1979

En 1975 iniciaba, no únicamente en Nogales sino en todos los países occidentales, una crisis económica que, manifestada también en la enorme depresión económica que vio nuestro país durante esos años, llevó a que el poder adquisitivo del peso fuera disminuyendo dramáticamente durante esa época, afectando enormemente a nuestra frontera, y que además una economía como la nuestra, que está muy relacionada con la de la nación vecina,  la de la maquiladora en particular, se viera enormemente afectada de una forma negativa.

Una de las principales manifestaciones de la crisis económica mundial, y en particular la estadounidense, ocurrió en el número de empleos derivados de la maquiladora en Nogales, empleos que habían crecido gradualmente desde que empezó la crisis.

Empleos en la Maquiladora nogalense
Así, durante el inicio del programa de maquiladoras el empleo derivado de esta actividad tuvo un crecimiento dramático. El primer año en que se rebasaron los mil empleos nogalenses derivados de esta actividad ocurrió en 1969 con 1,906. Un año después superaban los 3,000 empleos mientras que en 1971 casi llegaban a 5,000, y en 1974, último año antes de la manifestación de la crisis, se alcanzaban casi los 10,000 empleos, aunque en 1975, el nivel del empleo en la maquila nogalense decayó a 6,794.

Afortunadamente, la depresión económica estadounidense no fue duradera, ya que la recuperación, aunque gradual, fue continua y para 1979, último año de este artículo, este empleo alcanzaba por primera vez y aún lograba rebasar los niveles que había tenido antes de esta crisis, con 12,183.  En otras palabras, ese lustro se había perdido para el crecimiento de empleos en Nogales.

Otra de las dimensiones en que esta crisis económica mundial se presentó fue en la tasa cambiaria del peso frente al dólar, que es un factor importantísimo en un país como México, la que causó una depresión económica nacional. Si bien habíamos tenido estabilidad cambiaria ($1dll por $12.50) durante casi 20 años, terminando 1976 caía el valor del peso a ($1dll por $20.76) y este proceso de devaluación del valor del peso continuaría durante todos esos años. La segunda gran devaluación ocurriría el 7 de agosto de 1982 cuando el valor del peso cayó nuevamente a $1dll por $74.04, y al concluir la presidencia de Miguel de la Madrid en 1988 el valor del peso andaba por los $2,289.58, y aunque la caída del valor del peso continuaría, en este momento dejo este tema, ya que no es el principal de este artículo.

A la administración municipal nogalense que le tocó sobrellevar la crisis durante esos años fue la de Héctor Monroy Rivera, quien fuera alcalde de 1976 a 1979. Durante esos años, se puede decir que la principal actividad del gobierno municipal radicaba en la concesión de becas a los estudiantes de escasos recursos, o bien intentar armonizar los intereses de los concesionarios de taxis y camiones de transporte, renglón en el que se tuvo que llegar hasta “liquidar alguna concesión global, por deficiencias insuperables en su administración,” lucha que obviamente ocasionó muchos  problemas  con los concesionarios, y no fue sino hasta finales de ese periodo presidencial, al ocurrir la liquidación de las Juntas Federales de Mejoras Materiales, que hubo recursos en las arcas municipales.

Esto se debía a que aunque el decreto de cierre de las Juntas había sido firmado por el Presidente de la República desde 1976, aquí en Nogales  se empezó el procedimiento de liquidación de la Junta Local hasta finales de 1978. Era una Junta que administraba, según informaría el Alcalde: “el señor profesor Fidel García García, quien desde el primer momento que se hizo cargo de este organismo, múltiples y constantes fueron sus demostraciones de colaboración” con Nogales. Y así fue,  empezando el siguiente año, 1980, iniciaba el ingreso a las arcas municipales lo correspondiente al 2% de los impuestos federales por importaciones y 3% de las exportaciones, que se calculaba en alrededor de medio millón de pesos mensuales.

Hoy, retrospectivamente no se puede conocer con certeza hasta dónde llegó la influencia del Profesor García y hasta dónde la del gobierno municipal de entonces, aunque los resultados de lo logrado saltan a la vista. La principal preocupación administrativa nogalense en ese momento, no únicamente en lo inmediato sino a largo plazo, fue mejorar la eficiencia en el movimiento de autos nogalenses, ya que fueron abiertas a la circulación importantes vías secundarias alternas a la Plutarco Elías Calles y Ruiz Cortínes, obviamente con la idea de que facilitaran el movimiento vehicular Norte-Sur. Así, se adecuó la intersección de Ingenieros Pierson al tránsito vehicular, se comunicó la Ingenieros con la Latinos (hoy Padre Nacho), además de pavimentar la Peñaloza.  Se comunicó la 5 de Mayo con Pueblo Nuevo, se amplió y pavimentó la Avenida Plutarco Elías Calles,  se construyó un puente y embovedado del arroyo en la calle 5 de mayo, entre la Plutarco Elías Calles y Obregón. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que junto con el cambio de administración de los bienes inmuebles que habían pertenecido a la Junta Federal de Mejoras Materiales, también pasó al control del gobierno municipal la compañía de agua potable de la ciudad; es decir, es un problema enorme que aún hoy no ha logrado ser superado debido a lo complejo de su situación (en este enlace se puede leer más información derivada), como la altura que tiene Nogales, la carencia de fuentes de agua permanentes cercanas (Comaquito, ubicado en el municipio de Imuris, es la presa más cercana, aunque se encuentra a unos 500 metros más abajo que Nogales) y otras complicaciones más.

Todos estos logros a pesar de las pésimas condiciones económicas mundiales que ya he mencionado, se lograron mediante una intensa campaña de ahorros en el gasto público,  ahorros que produjeron un superávit en las arcas municipales desde su inicio, así como igualmente se hizo uso de la imaginación en el manejo de los inmuebles sociales.  Por ejemplo, con el  programa “adopte una escuela”, a través del cual cada una de las empresas de la Asociación de Maquiladoras adoptaron a una escuela primaria para mantenerla en condiciones adecuadas.

domingo, 9 de marzo de 2014

Nogales de 1971 a 1975

El inicio de la industrialización nogalense durante la década de 1970  provocó un enorme incremento en esta población fronteriza que, a su vez, implicó una mayor atención a la oferta  de infraestructura social por parte de los gobiernos locales y el federal, a pesar de la dificultad para financiarla.

Entre las actividades de los gobiernos municipales de Nogales durante esos años estuvo la construcción de escuelas, casi siempre sobre terrenos comprados por los gobiernos municipales. Así, por ejemplo, la escuela primaria Lázaro Cárdenas que fuera construida en 1972 sobre un terreno comprado, o el caso de la adquisición de 28,000 metros cuadrados, contiguos a la Unidad Deportiva ubicada en la Colonia Granja, para construir allí el actual Instituto Tecnológico de Nogales.

Pero además de la educación estaba la imperiosa necesidad de adaptar la infraestructura fronteriza al incremento comercial, y así fue cómo se construyó la actual Garita del Kilómetro 21 después de que el concurso para otorgar la obra se declaró desierto, lo que llevó a la firma de  un contrato con el nogalense Ing. Leonardo Sandoval , el 19 de junio de 1972 para que la construyera; mientras, la obra que fuera iniciada desde finales de la década anterior, el camino de libramiento Oeste de Nogales, era concluido en su pavimentación en 1976 (otra vez, los retrasos se debieron, obviamente, a la falta de dinero) . Este camino  actualmente ha quedado dentro de la mancha urbana con el nombre de Colosio. Originalmente fue destinado a facilitar el cruce fronterizo de los tractocamiones de Sinaloa que transportaban vegetales destinados a la exportación para evitar las aglomeraciones continuas en el centro mismo de Nogales, en la garita Internacional de la Calle Juárez, que fue cerrada.

Y mientras la ciudad crecía, por otro lado y para complicar aún más la situación, se empezó a manifestar a nivel nacional el contrabando de drogas, por lo que para  contar con infraestructura adecuada fue construido un “centro de prevención y readaptación social” en las afueras de la entonces ciudad (en el extremo Sur del periférico Colosio). Además, en atención al cuidado familiar, la delegación estatal del Seguro Social le pidió al ayuntamiento un terreno para construir allí una guardería, por lo que éste negoció con la administración de Parque Industrial de Nogales, S. A., la donación de una franja de terreno con superficie cercana a los 5,000 metros cuadrados para construir, allí, la guardería.

Por otro lado, a mediados de 1972 se negociaba un préstamo con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos por 9.2 millones de pesos para rehabilitar el sistema de agua potable de Nogales, préstamo que se recibió el 9 de mayo siguiente, aunque la inflación llevó a que a mediados de 1975 se aprobara una ampliación del crédito en 3.8 millones de pesos.

Pero no únicamente hubo atención a la infraestructura urbana, ya que también lo rural recibió su parte. Empezando 1972 se realizaba el proyecto para dotar de agua potable y electricidad al poblado de Cíbuta.

Y ya para terminar el quinquenio, al tomar las riendas de la ciudad como Alcalde Sustituto el 30 de julio de 1974 el licenciado Enrique Moraila Valdés, continuó con la labor de construcción de infraestructura social. Entre las obras que realizaría estuvo una nueva sede de la Cruz Roja Mexicana. Y al tomar posesión el nuevo Gobernador Sustituto de Sonora, licenciado Alejandro Carrillo Marcor, se acordó solicitarle ayuda en la construcción de juegos para la Unidad Deportiva que había sido inaugurada en 1970, y así fue cómo se construyeron un estadio de softbol, otro de beisbol infantil y dos canchas de volibol y basquetbol. Además se negoció la instalación de una estación repetidora de Radio Universidad de Sonora, proyecto que fructificaría hasta años después durante la segunda administración del lic. Moraila, aunque la estación que terminó instalándose fue Radio Sonora, además del proyecto de construir un auditorio cívico, obra que también tuvo que esperar a la alcaldía de Abraham Zaied Dabdoub para tener éxito.

Por otro lado, la iniciativa privada también aportó lo suyo. La cadena de tiendas VH construyó a finales de 1974 el primer supermercado de Nogales, y concluyendo el año siguiente se terminó el Cinema Gemelos, edificio que hoy ha cambiado de función como ejemplo de un Nogales de mediados de la década de 1970 que intentó adaptarse a los rápidos vaivenes de la economía y tecnología mundiales, vaivenes que convirtieron en fugaces a la mayoría de los esfuerzos hechos entonces para dotar de infraestructura social adecuada a los nuevos nogalenses que siguen llegando continuamente a esta frontera a aprender a vivir dentro de un ambiente urbano.


domingo, 2 de marzo de 2014

Nogales en 1970

Así llegamos a 1970, año en que inicia la explosión demográfica de Nogales, cuando había unos 53,500 nogalenses con una ligera mayoría de mujeres sobre hombres. La población había crecido durante la década de 1960 a una tasa aproximada anual del 4%, ya que en 1960 había 37,659 nogalenses.  Esta población de recién llegados a Nogales se había asentado principalmente en el centro, convirtiéndolo así en una zona con índices de hacinamiento muy grandes. Pero además la ciudad había crecido hacia el Sureste, por el camino a Cananea y en regiones aledañas, además de también a lo largo de las cañadas nogalenses, como la Reforma, la Buenos Aires y la Héroes o a lo largo de la Colonia Granja. De esta manera, los índices de hacinamiento habían alcanzado en 1960 un máximo de 71 habitantes por hectárea, y de allí en adelante, con la apertura de nuevas colonias, el hacinamiento empezó a declinar durante las décadas siguientes (Si lo desea, puede analizar todo este fenómeno en el siguiente enlace). Por otro lado, en lo económico, Nogales era una ciudad fronteriza que dependía casi totalmente para subsistir de la nación vecina, ya que allá se adquirían desde alimentos, ropa hasta muebles y otros artículos más permanentes.

Ya hemos visto cómo, para resolver esta situación, durante la década de 1960 se había ido estructurando el cambio radical que vería esta frontera. Todo inició con el establecimiento del Perímetro Libre en 1951, seguido por  la promesa-petición del entonces candidato a la gubernatura de Sonora, Alvaro Obregón Tapia, quien durante su campaña le diría a los nogalenses de entonces: "...El pueblo de Nogales ya tiene establecidas las bases para un programa de rehabilitación. El pueblo de Nogales tiene ya el Perímetro Libre que es la base en la que debe sustentar su futuro, pero ¿Qué hace falta para que el Perímetro Libre pueda ser aprovechado íntegra y racionalmente? Hace falta una comunión de pueblo y gobierno, hace falta una sincronización exacta de pueblo y gobierno dentro de un programa rehabilitador. Se necesita industrializar al pueblo de Nogales para aprovechar íntegramente el Perímetro Libre..." 

A esta promesa la acompañarían dos programas federales que, a manera de pinzas, atacaron la problemática fronteriza desde dos frentes. Primero, las obras del Programa Nacional Fronterizo (PRONAF), iniciadas en 1961, cuya principal herencia local fue la adaptación de la vialidad urbana a la hegemonía del automóvil con la construcción de avenidas como la Adolfo Ruiz Cortinez, la Adolfo López Mateos o la más larga de todas, la Plutarco Elías Calles.

A estas obras le seguiría el Programa de Industrialización Fronterizo, iniciado por el Gobierno Federal en 1965, aunque para entonces se habían establecido algunas maquiladoras dentro de la geografía nogalense, y  el 9 de abril de 1969, el gobierno del Estado firmaba un contrato con la Sociedad Mercantil Parque Industrial de Nogales, S.A. de CV (PINSA), por el cual ésta recibía del ayuntamiento de Nogales 46.1498 Has. en arrendamiento por 30 años para construir y operar el que resultó ser primer parque industrial de Nogales, y que quedó ubicado justamente afuera de los límites de la ciudad y del Perímetro Libre.

Todos estos cambios trajeron consigo una serie de tensiones internas en Nogales, principalmente de carácter financiero público y con mayor impacto sobre la política local y la manera en cómo se fue afectando el crecimiento de la mancha urbana. Así, en lo político, el alcalde electo para el periodo 1958-1961, Doctor Otilio Garavito, dejaría como principal herencia la venta del antiguo Mercado Municipal. Luego vendría Jesús Francisco Cano durante el periodo 1961-1964, quien le dedicó especial atención al deporte, a quien seguiría el Doctor Ramiro Corona Godoy, a quien le tocó resolver localmente el principal impacto de las obras de reestructuración nogalense del PRONAF. Y aunque las versiones sobre las causas de lo sucedido entonces varían, lo más probable fue que la carga económica que sobrevino entonces sobre las arcas municipales llevó a que el Gobernador del Estado lo destituyera el 14 de enero de 1966, o sea cuando ya la mayor parte de las obras del PRONAF habían sido concluidas. Lo sucedería el 16 de enero en forma interina el Licenciado Jesús Encinas Gallegos para que terminara ese trienio, y a él le siguió Leopoldo Elías Romero para concluir esa década durante el trienio 1967-1970.

Otro de los impactos notables sobre Nogales incidió sobre el crecimiento de la mancha urbana. Así, y como vimos anteriormente, el límite Sur de la población en 1960 estaba definido por las llamadas Cabinas, que se encontraban en la entrada de la actual Colonia Kennedy y que era el límite Sur hasta donde llegaban los camiones de pasaje locales. De allí hacia el Sur, únicamente se encontraba la garita del perímetro libre situada a unos 300 metros más al Norte de la actual confluencia del Periférico Colosio (que entonces no existía) con la carretera internacional (en esta imagen interactiva se puede ver su ubicación. Espere, por favor, a que se carguen las dos imágenes que la comprenden), y más al Sur estaba la superficie de terreno que acababa de ser rentada por la compañía Parque Industrial de Nogales, S.A. (PINSA).

Terminando 1969 se le había dado el nombre de Plaza Hidalgo a la plaza en donde fue colocado el busto del Padre de la Patria que fuera realizado como obra póstuma por el escultor español, Alfredo Just, autor también del conjunto escultórico a Don Benito Juárez. También por entonces se iniciaba la construcción del actual Periférico Luis Donaldo Colosio (que obviamente por entonces aún no tenía nombre) para aliviar los constantes congestionamientos de tractocamiones que transportaban verdura procedente de Sinaloa, y que se juntaban sobre la Calle Juárez en el centro mismo de Nogales para disputarse el cruce internacional por la garita de la Calle Juárez.

TAmbién terminando 1969 era aprobada la construcción de la garita del nuevo Perímetro Libre, en el kilómetro 21, que la Secretaría de Hacienda había establecido allí para auxiliar al máximo posible el funcionamiento del Parque Industrial. Sin embargo, posiblemente no hubo recursos para construirla, ya que  un año después, en 1970, se autorizaba otro proyecto de la misma, con una erogación de $3,200. En noviembre se decidía otorgarle el nombre de Gustavo Díaz Ordaz a la Unidad Deportiva y días después se discutía la ampliación del límite Sur de la ciudad de Nogales para que comprendiera al Parque Industrial, aunque el Ayuntamiento también dudó incorporarla debido a lo oneroso que sería para las arcas municipales mantener la carretera que quedaría bajo su jurisdicción.  Y aunque empezando 1971 la petición para incluir el Sur de Nogales dentro de la ciudad surgía del mismo Parque Industrial, el Ayuntamiento, para comprar tiempo, ordenó que se realizara un estudio sobre las construcciones que hubieran rebasado ya los límites del municipio, tanto hacia el Sur de Nogales como por el camino a Cananea.

De cualquier manera, las presiones sociales y económicas se fueron imponiendo, ya que meses después las mismas autoridades del parque Industrial acudieron ante las autoridades municipales junto con los miembros de la Cooperativa de Transportes de Nogales a pedir la intervención del gobierno municipal ante la Dirección de Tránsito Federal, para que se permitiera el tránsito por la carretera de los camiones de pasajeros que se planeaba acudirían al Parque Industrial, ya que se proyectaba construir en éste la terminal Sur de los camiones urbanos.

Finalmente, en mayo y junio de 1971 y como consecuencia de la reciente venida a Nogales del presidente de la República, se recibían sendas autorización y orden para construir, “precisamente en terrenos contiguos a la unidad deportiva” un centro de estudios científicos y tecnológicos.  De esta manera fue cómo empezó el Nogales industrial…